epu

Wallmapu

Wallmapu, mapa de la nación Mapuche

El mapu es un término polisémico, regularmente traducido como “tierra”, las personas que lo habitan son denominados mapu-che (gente de la tierra) y la lengua que hablan mapu-(n)-dungu(n) que significa: “lengua de la tierra”. Pero esto, nuevamente, nos dice poco si la “tierra” la concebimos semejante a una entidad física. El longko e investigador Mapuche Wenteche José Quidel dice al respecto la siguiente frase:


Cuando usamos el concepto […] es necesario tener presente que no solo estamos refiriéndonos a la tierra como materia, pues para ello existe el concepto Pvji Mapu. Mapu es un término que se aplica a todas las dimensionezs de la vida en el universo. Es decir, podemos entender el cosmos como Mapu (Quidel, en Millalén 2006: 31).
El mapu es el espacio-tiempo, es todo, dice el sabio e investigador Mapuche Juan Ñanculef Huaiquinao (2016: 23). El mapu es la tierra, el mundo, el universo que abarca cuanto existe. La concepción simbólica se abre paso bajo este esquema de relaciones significativas, en el que el concepto se unirá a otros vocablos para desplegar los espacio-tiempos específicos y la forma de vida ligada a su concepción en el que se vincula la normatividad legal (jurídica, política, social) y moral (costumbres, tradiciones, religiones) de sus habitantes. El mapu se divide como un todo que abarca diferentes espacio- tiempos, pero que también alude a las fuerzas que lo contienen dentro del cosmo:


Mapu alude pues a espacios y fuerzas que se complementan e interaccionan, y aunque en el refinado uso del mapuzugun —como lo señala Quidel— cada dimensión tiene su denominación “particular”, se le ha relacionado generalmente con el espacio material tangible (tierra), situación que no es reciente. Sin embargo, es en la práctica cultural cotidiana donde se produce la interrelación, particularmente asociada a las diversas agrupaciones Mapuche en su relación con el espacio ocupado. […] En rigor —como decíamos— se refiere a la procedencia geográfica individual y colectiva, los que mediados por relaciones económicas, espirituales y simbólicas construyen un particular espacio territorial que los define en su individualidad colectiva, y los identifica a partir de las características y las relaciones con ella establecidas
(Millalén 2006: 31).

La invasión española provoca la configuración del Wall-mapu como parte de las dinámicas de lucha Mapuche. Frente a la amenaza, se vuelve urgente y necesario reestablecer los límites territoriales e incluso trastocar las formas simbólicas. Cabe aclarar que el “Wall-mapu” como el nombre “mapu-che” se irán articulando casi conjuntamente, pues antes era usado el vocablo reche para autodenominarse (Millalén 2014: 319)1. EΩs entonces, que mapu-che será una denominación que articulará a las diferentes identidades territoriales y pobladores del Fütalmapu alrededor del (wall) mapu.
Los Mapuche construyeron unidades de identificación a partir de las características propias de su cultura y del espacio socio-territorial, pero es inevitable resaltar el espacio-tiempo simbólico dado que “la conjunción de ambos elementos, espacio o mapu y población o che, y la organización de ello en base a la filosofía espiritual Mapuche daban origen al Meli Wixan Mapu o cuatro espacios y direcciones sostenidas y reproducidas en cada Lof a través de sus ceremonias” (Millalén 2006: 37). Dicho sea de paso, Ñanculef indica que: “El Meli-Witxan-Mapu no sólo es horizontal, sino que es como una serie de círculos concéntricos que forman una esfera de 8 realidades” (2016: 24) que, si bien no tiene una delimitación jurídica o política, pues se basa en la religiosidad, simbolismo y conocimiento astronómico, sí está relacionado con el resto de las zonas espacio- tiempo físicos. Es importante también indicar, como hace el historiador Mapuche Pablo Marimán Quemenado, que “al juntarse, deliberar y tomar decisiones” los líderes y sabios “recreaban el Meli Wichan mapu, estructura que estuvo presente en todo el wallmapu” (Marimán 2006: 72); es decir, que la tierra de las cuatro regiones no sólo sirve como representación espacio-tiempo, sino como forma organizacional de lo social, e incluso musical si consideramos el Kultrum 2 (instrumento de percusión).

A partir del nuevo sistema instaurado por los españoles se pertur- ban las formas organizativas Mapuche. Pablo Marimán indica que la influencia de la colonización afectó a su sociedad a partir de la fundación de Santiago en 1541: “La organización de la Colonia en estos espacios siguió las mismas pautas que en el resto de América, una sociedad piramidal estratificada racialmente” (2006: 78). Por su parte, Millalén señala que “es preciso recordar que con el mencionado Parlamento y Pacto de Kvyen (Killin) de 1641, el pueblo Mapuche no sólo logra el reconocimiento de su soberanía sobre una parte de su territorio, sino que asimismo se consagra la pérdida de gran parte de sus posesiones ancestrales” (2014: 321). Lo inquietante son las reducciones y batallas perdidas que provo- carán las nuevas delimitaciones territoriales y la reconformación sociohistórica que se encaminarán al discurso del Wallmapu como un territorio socio-político defendible ante la invasión de los winka y que, a su vez, se presentará como una configuración a la par, primero del Virreinato y, luego, de los Estados-nacionales. El discurso Mapuche está intrincado por la Guerra de Arauco durante los siglos XVI y XVII, y más tarde por la Pacificación de la Araucanía y la Conquista del Desierto en el siglo XIX. Si bien los pueblos Mapuche mantuvieron cierta autonomía durante el Virreinato, la defensa al territorio obligó a constantes negociacio- nes y batallas por el control, de tal manera que ahora estamos ante la configuración del Wallmapu como el espacio (territorial) y tiempo (histórico) cuya organización sociopolítica se concibe para defender la territorialidad ancestral. Millalén explica que la organización “sociopolítica y territorial, solo tienen coherencia y sentido en su origen en la ocupación y relación con el espacio te- rritorial histórico (Wallmapu o país Mapuche)” (2006: 28). El wall, como idea circundante, esférica, los labios o las orillas del mapu se reconfigura en relación con el winka, cuya avanzada pretende la apropiación del territorio para destruir las concepciones más antiguas que lo sostienen. Esta nueva forma expresada en el discurso conlleva una serie de medidas que rompen con los sis- temas epistémicos y los llevan a mudar de sentido, por lo tanto, de concepciones territoriales.

En el establecimiento de lo que será el gobierno chileno, se requiere la invasión del territorio Mapuche, para ello usa diferen- tes estrategias, ya no sólo bélicas y de negociación con otros grupos indígenas, sino de ocupación extranjera en tierras que no eran suyas, en una venta y subasta al por mayor, con la clara intención de tener colonizadores y aliados en el “proceso civiliza- torio”. Chile, que en la época de los virreinatos sólo era una go- bernanza dependiente de Perú y abastecedora de ésta, se perfiló como una de las naciones con mayor potencial político-económi- co. Agustín Cueva, al analizar la constitución del país, muestra que es un contraejemplo de Latinoamérica pues “es el primero en conformar un estado relativamente sólido y estable, mas no por mero azar ni por razones de ‘idiosincrasia’, sino porque en la ‘sociedad civil’ que lo sustenta no existe la esclavitud y el feu- dalismo no va más allá de su débil expresión en el ‘inquilinato’, mientras el capitalismo gana terreno con bastante celeridad in- cluso en el agro” (1997: 38). Y es el campo agrario en donde se ve uno de sus mayores avances, pues la batalla comienza con el apoderamiento del ganado y de las tierras fértiles para estrechar a los Mapuche, económica y políticamente. Así, ante la falta de recursos se encuentran imposibilitados bélicamente para hacer frente al enemigo.

"Esto nunca fue chileno ni argentino. A esto le llamamos Wallmapu, el País Mapuche”

Introducción a la Iconografía Mapuche - 2023